McLaren P1: El máximo exponente de la potencia híbrida
Foto: Sitio oficial de McLaren
El gran heredero del icónico F1 equipaba un poderoso motor V8 de 3.8 litros, complementado con un propulsor eléctrico para brindar hasta 916 CV de potencia.
Desde la década de los 90, numerosas marcas automotrices comenzaron a competir de forma impresionante por fabricar el superdeportivo más poderos y respetado del mundo. Bajo este contexto, en el año 2013 nació el McLaren P1, un vehículo atrevido y revolucionario que se convirtió en el máximo heredero de aquel icónico F1 de finales de siglo.
En esta ocasión, vamos a dar un recorrido por cada una de las características impresionantes de este superdeportivo de época, desde su poderoso sistema de propulsión híbrido hasta sus detalles de diseño completamente funcionales.
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Origen y producción
Este vehículo fue presentado como prototipo en el Salón del Automóvil de París de 2012 y se lanzó al mercado un año más tarde, siendo nombrado el sucesor espiritual del legendario McLaren F1. Su desarrollo comenzó en 2010 y se prolongó por tres años más, realizando las labores de producción en la planta de McLaren en Woking, Reino Unido.
Solo se produjeron 375 unidades para todo el mundo, haciendo que el modelo fuera uno de los superdeportivos más exclusivos y codiciados de la historia reciente. Su precio de salida fue de 1.15 millones de libras esterlinas, convirtiéndose también en uno de los automóviles de producción más caros de la época.
Motor y rendimiento del McLaren P1
Este modelo equipó un impresionante motor V8 de 3.8 litros sobrealimentado por dos turbocompresores que entregaba una potencia máxima de 737 CV a 7.300 rpm. Esta maquinaria se complementó con un motor eléctrico de 179 caballos de fuerza adicionales; dando como resultado una potencia combinada de 916 CV y 900 Nm de torque.
Su poderosa e innovadora configuración le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 2.8 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 350 km/h. Su transmisión de doble embrague y 7 velocidades brindaba cambios rápidos y eficientes, mientras que la ligereza de su monocasco y su chasis le permitía ofrecer una experiencia de conducción llena de emociones en la pista.
Como dato extra destacado, el auto podía transitar de forma totalmente eléctrica con una autonomía de 20 km a una velocidad máxima de 50 km/h.
Diseño funcional
En cuanto a su diseño, el McLaren P1 se basó en el lenguaje del modelo MP4-12C, incorporando elementos nuevos y más vanguardistas.
La carrocería estaba fabricada en gran parte con fibra de carbono, implementando líneas abultadas sobre el capó que resaltaban la sensación de potencia. Los faros delanteros tomaron inspiración en el emblema de la propia marca, mientras que el spoiler en el borde inferior de la parte delantera ayudaba a cortar el aire y ganar velocidad.
Otros de sus componentes destacados eran las grandes entradas de aire en los laterales y la parte superior de las puertas, las cuales ayudaban a canalizar el aire hacia el alerón trasero, cuyo funcionamiento se basó en la tecnología DRS implementada en la Fórmula 1.
Sin duda, más allá de la estética imponente, cada uno de los elementos de este vehículo tenía una razón de ser, prescindiendo de cualquier componente meramente decorativo.
Interior del McLaren P1
En el interior, destacaba el uso de fibra de carbono en el salpicadero, suelos, techos, puertas y asientos, eliminando la capa superior de resina en algunas áreas y dejando el acabado natural para ahorrar hasta 1,5 kg de peso.
Con el mismo objetivo de obtener ligereza, se minimizó la cantidad de tapas, tapicería y cubiertas en la cabina, dejando expuestas la mayor cantidad de partes posibles. Además, los asientos anatómicos de competición utilizaron la mínima cantidad de espuma posible y se insertaron en carcasas de fibra de carbono ultra ligeras.
Tecnología innovadora
Como ya hemos podido confirmar, este vehículo fue creado con la firme intención de ser veloz y eficiente. Por ello, una de sus principales innovaciones fue la incorporación del sistema de Impulso Instantáneo de Asistencia de Potencia (IPAS), que daba un empuje instantáneo de potencia al motor de combustión a través del motor eléctrico. Esta configuración, al igual que el DRS, se controlaba mediante botones colocados en el volante.
Otro componente destacado fue el sistema de suspensión hidroneumática RaceActive Chassis Control (RCC) que podía reducir la altura del vehículo en 50 mm en modo “Race” para mejorar aún más la aerodinámica.
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No hay duda de que el McLaren P1 representó un gran salto de innovación para el fabricante de Woking, ya que no solo fue el merecido continuador del legado del F1, también fue uno de los primeros autos superdeportivos en implementar tecnología de propulsión híbrida, convirtiéndose en una de las joyas más preciadas en toda la historia de McLaren.
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