Henry y Edsel Ford

En el marco del día del padre, Lincoln nos recuerda el legado familiar que revolucionó la industria automotriz de lujo.

Este año, Lincoln recuerda la extraordinaria relación entre Henry Ford y su hijo Edsel, un vínculo que trascendió generaciones y dejó un impacto perdurable en la industria automotriz. Henry Ford, fundador de Ford Motor Company, estableció un imperio automotriz que revolucionó la forma en que el mundo se movía por las calles. Sin embargo, fue su hijo Edsel Ford quien recibió el legado de su padre y se convirtió en el artífice de la marca Lincoln, una filial de Ford Motor Company, conocida por su elegancia, sofisticación y calidad incomparable.

Hoy, el espíritu del legado padre-hijo entre Henry y Edsel Ford sigue vivo en la marca Lincoln y como muestra de ello, Lincoln Navigator, la joya de la corona, personifica este legado representando la excelencia en el diseño y la conducción de vehículos de lujo. Al igual que la relación entre Henry y Edsel, Navigator refleja una conexión profunda entre las generaciones, fusionando la herencia de su pasado con las innovaciones del futuro. A lo largo de los años, Lincoln Navigator ha evolucionado, adaptándose a las necesidades y preferencias cambiantes de los consumidores. Cada nueva generación ha introducido avances tecnológicos, mejoras en la eficiencia y un diseño aún más sofisticado, manteniendo siempre el lujo y la exclusividad que han definido a Lincoln.

La historia de Henry y Edsel Ford nos recuerda que el legado no solo es material, sino también lo son los valores, pasión y compromiso con la excelencia. En el marco del Día del Padre comprobamos que el legado que los padres dejan a sus hijos tiene un fuerte impacto en el futuro, incluso de toda la sociedad.